Es imposible entender los avances de la educación venezolana sin hacer un repaso por los distintos gobiernos que marcaron la época democrática en nuestro país. Con la caída de Marcos Pérez Jiménez, se hicieron una serie de reformas, inversiones y cambios presupuestarios en aras de promover el desarrollo intelectual del venezolano y finalmente dar el salto hacia el desarrollo.
Todo comienza con el periodo presidencial de Rómulo Betancourt (1959-1963), que tuvo como objetivo fundamental el respeto y el estímulo de las inclinaciones, intereses, promoción de la autonomía y las oportunidades para que cada persona pudiera desarrollar su potencialidad, de acuerdo con las expectativas del individuo.
Lo mismo sucedió en el siguiente gobierno, encabezado por Raúl Leoni. Su principal legado es la formación de buena cantidad de maestros, como respuesta a la alta demanda que exigió el crecimiento de la matrícula primaria. También llevó a cabo las primeras disposiciones legales para redefinir el ordenamiento jurídico y el contenido que se impartía en las escuelas de Venezuela.
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Por su parte, el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1978), se inició en las condiciones económicas y políticas más favorables para llevar a cabo su programa. Tenía un amplio respaldo en el Congreso de la República y además contó con el aumento del precio del petróleo, como consecuencia de la política desarrollada por la OPEP. Así, tuvo un enorme aporte en la masificación de la educación en el país.
Posteriormente, Luis Herrera Cámpins elaboró un plan de acción con un objetivo claro: la optimización de la calidad de la educación ofrecida en las escuelas. También comenzaron a elaborarse una serie de leyes y documentos que actualmente regulan, en algunas áreas particulares, el sistema educativo venezolano.
Jaime Lusinchi, por su parte, se elaboró el VII Plan de la Nación que propuso una política educativa consistente en la implementación de un modelo de enseñanza basado en le procesamiento de información, enfocado en las relaciones sociales y el desarrollo personal.
En los años sucesivos, el país entró en una crisis económica, política y social que tuvo un enorme impacto en la educación. No solo en cuanto a la calidad de la infraestructura, sino también en la nula innovación de los programas educativos, el bajo salario de los maestros y una cuestionable calidad del contenido que le imparten a los jóvenes.
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