Tanto amor aturde, ensordece tanta ternura y dulzura junta, demasiadas palabras bonitas llenas de sentimientos tal vez, falsos tal vez no. Y esas torpes mariposas amenazando con salir y provocar un gran dolor de estómago queriendo ser expulsadas. Ya no se sabe qué creer ¿Serán buenas intenciones? Mientras la desconfianza va aumentando de tamaño, hasta llegar a ese tan temeroso punto de ya no creer más, terminar aislandose cada vez un poco más, luego después no saber qué quieres, terminar perdiendo lo qué estas buscando, perderse a sí mismo por haber creído alguna vez de una manera ciega qué luego no pudo controlarse por pasarse de estúpido esa es la palabra correcta, la palabra qué define la tan tonta adicción a una persona qué de una forma repentina colocamos en un aún más alto pedestal olvidándonos de darnos valor también a nosotros mismos, siendo absorbidos por el cursi amor.
Me encantaría quererte un poco menos, pero para mi mala suerte cada vez qué lo intento es un desafío difícil de cumplir.
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